Fue bonito mientras duró

Se acabó el sueño de INK-T en el torneo universitario de fútbol sala. Tras un trabado inicio, con derrota inicial incluída y carámbola final acontecida, conseguimos el pase a octavos de final, lo que, en un principio, era nuestro objetivo inicial. Tres victorias y una derrota contundente fueron el balance para un equipo muy fortalecido respecto a ediciones anteriores. Ésto, unido a un milagroso empate entre dos equipos rivales durante la íltima jornada, nos ha permitido lograr la primera meta, aunque una vez ahí, no íbamos a conformarnos.

Estábamos en octavos, el nivel crecía y la clasificación se complicaba, pero la íbamos a conseguir con esfuerzo y agonía hasta el último suspiro. 3-2, pase a cuartos, e ilusión por hacer algo bonito en este universitario 2007.

La siguiente fase se complicaba desde el mismo día del sorteo, en el que conocimos a nuestro rival, que no era otro que el vencedor de las dos últimas ediciones. Partido complicado, pero no imposible, al menos de momento.

Cinco minutos tardó el partido en empezar a complicarse, tiempo en el que nos endosaron tres goles y nos dificultaron el pase a semifinales. Finalmente, estos tres goles, unidos a un golpe moral importante, acabaron por eliminarnos de un torneo del que nos vamos con la cabeza muy alta, una vez habiendo conseguido una plaza entre los ocho mejores equipos.

Se mantiene la esperanza

Hemos conseguido la primera victoria en el torneo de fútbol sala de la UPV. Después de un primer partido pésimo en el que salimos derrotados con claridad, hemos sabido sobreponernos y conseguir ganar en el segundo partido de la liguilla,a pesar de que no tenía buena pinta, en un principio. Al igual que todas las mañanas, empezamos el día dormidos y, por consiguiente, el partido. Es por ello que llegamos al descanso con un 2-0 en contra y las opciones de pasar a octavos muy lejanas, ya que, de sumar la segunda derrota, la clasificación sería, desde el punto de vista matemático, imposible. El partido continuó y conseguimos darle la vuelta al marcador, consiguiendo la victoria en el suspiro final, con dos goles en los dos últimos minutos. Al final, un 5-3 que nos devuelve la motivación, una motivación perdida, casi al completo, después del fracaso inaugural. En definitiva, victoria importantísima que debemos agradecer, en gran medida, a los dos jugadores incorporados al equipo a partir de ésta segunda jornada.

Llegó el momento

Muchos comentarios han cerrado la cafetería de Leioa durante los últimos años, pero parecía que ese momento no llegaría, que solo eran falsas alarmas, que la cafetería acabaría la carrera con nosotros, igual que ha acompañado a las generaciones anteriores, y debería acompañar a las futuras. La cafetería de Leioa forma parte de la historia de la universidad, y también de la vida de muchos estudiantes del campus que pasamos horas en ella, aunque ésto no parece tenerse muy en cuenta, en un momento en el que solo se tiene en mente la reforma de Bolonia. Y es precisamente ésta reforma la que parece ser la causante del cierre, al privatizar la hostelería, dejando en el paro a un buen número de trabajadores que han puesto su trabajo al servicio de alumnos y profesores durante muchos años. En definitiva, nuevo golpe a la estructura del campus, después de la eliminación de la campa, símbolo distintivo, también, de nuestra universidad respecto a muchas otras.

Nos adaptamos

No hay ninguna duda, empezar un nuevo año lectivo nunca es fácil, pero ésta dificultad es aún mayor al entrar en una clase nueva, con unos compañeros, que salvo contadas excepciones, no conoces o, al menos, no has compartido aula con ellos. En éstas ocasiones, siempre tratamos de sacar a relucir nuestro carácter más social, es mero instinto de supervivencia (evidentemente, no en el sentido literal), pero pese a ello la adaptación es costosa durante los primeros días. Y es que han sido dos años en otra clase, con otros compañeros, incluso con otra forma de entender la convivencia cotidiana dentro del aula.

Quizá, lo más difícil, resulte a la hora de hacer grupos de trabajo, aunque bien es cierto que en nuestro caso no es un problema mayúsculo, ya que los tenemos formados desde hace tiempo, al conocer quienes seguiríamos un año más con asignaturas de segundo curso. No obstante, espero, sinceramente, que la situacíon se normalice, que la adaptación se confirme, y que podamos, a corto plazo, equiparar la clase actual a la de éstos años pasados.

Duro comienzo

Siempre es difícil empezar un curso, amoldarse a una agenda que, durante todo el verano, ha permanecido olvidada en el más recóndito de los cajones. Es difícil cambiar la playa por las aulas, la toalla por la mochila y, sobre todo, y aunque en Bilbao no estemos muy acostumbrados al buen tiempo, es difícil aceptar que la lluvia va a pasar a ser nuestra acompañante en éste camino de días cada vez más cortos y noches cada vez más largas.

Pero sí, todo llega y, como es lógico, todo se acaba, y nuestro deber es cumplir los objetivos que nos marca el curso para poder disfrutar del verano próximo que, como la experiencia nos ha permitido comprobar, volverá a ser corto. Así que, no hay más, cuánto antes seamos capaces de asumir el cambio de ritmo que afronta nuestra vida todos los meses de septiembre, antes nos adaptaremos a él y menos dificultades encontraremos para no perder el hilo del curso, aunque siempre se dice lo mismo, y muy pocas veces se cumple. En definitiva, comienza un nuevo año, sí, aunque aún quede relativamente lejos el mes de enero, y es que los estudiantes tenemos, también, un calendario especial.